viernes, 23 de mayo de 2014

Sabes de eso. Chico



¡¡Nos gustaría besar tus manos con que escribiste tanta sabiduría para todos !!


Sabes de eso



     Observad con sublime enternecimiento a esos dulces niños que son tus hijos, perlas de luz cuyo cofre generaste dentro de tu corazón con las lágrimas que tantas veces contuviste.

   Tomaste un poco de tu sangre, la amasaste con el aliento de tu aliento, adicionaste los mejores sueños y los mas puros ideales, y así forjaste tales maravillas que nacieron de ti como esperanzas en flor.

   Sientes que son frágiles aves que buscan asilo en tu pecho y por eso sabes acoger sus necesidades con cariño incesante.

   Días de laboriosidad y cuidados para preservar su existencia.

   Noches de dolorosa vigilia cuando aparece la enfermedad.

   Alimento, abrigo,escuela, responsabilidades, inquietudes...

   Sin embargo, transcurrido el tiempo, en ningún momento te acordarás de cobrarles impuestos de reconocimiento, ni les exigirás que se conviertan en títeres de tus caprichos.

   Verificar su honradez, su trabajo, su paso recto, su independencia constructiva, representa en realidad el único triunfo que ambicionas.

   Hasta que un día, después de haber estado inclinado sobre tu renuncia durante largo tiempo, aunque esas criaturas transfiguradas en personas adultas cayeran en terribles deslices, en la conquista de la experiencia, sabrás olvidar los pliegues del dolor y recomponer los huesos descoyuntados...

   Sabrás comenzar la lucha de nuevo para ayudar a los retoños de tu propia vida a transferirse de las deudas de la aflicción hacia el júbilo del rescate... Y a quienes reprueben tu devoción y fatiga, porque censuren tu persistencia en el sacrificio, sabrás responderles con la misma reserva de confianza y ternura, y de alegría mezclada con llanto: "¡¡¡son mis hijos!!!"

***

   Eso es lo que sucede en el hogar terrenal donde los seres humanos, aunque imperfectos, no se resignan a marcar a sus propios hijos con el estigma de los esclavos...

  ¿Imagínate la magnanimidad del amor que vibra y reina, infinito, en el Hogar Divino de la Creación!...

Del libro Verdad y Vida, psicografiado por Chico Xavier, dictado por el Espíritu Emmanuel

martes, 20 de mayo de 2014

Cada existencia. Chico Javiet


   Desde nuestros corazones... un abrazo para ti Chico!!!





CADA EXISTENCIA


    Es como si refrenaras esperanzas que trataran de estallar, y por eso sufres la imposibilidad transitoria de alcanzar el ideal que procuras.

   Quieres concretar los mejores sueños, aspiras al estudio edificante del Universo, ansías conquistar la cúspide de la Ciencia y del Arte, te atormentas por lograr felicidad y lloras en el intento de integrar tu propia alma al amor supremo...

   Sin embargo, casi siempre tu corazón es todavía prisionero de la deuda, a semejanza de un diamante incrustado en un guijarro.

   Existen problemas que demandan una existencia completa de renuncia constante, para lograr que el hilo del destino se afine y se desenrede.

   En vista de eso, no desertes de la prueba que te somete temporariamente a grandes tribulaciones.

   El hogar cargado de sacrificios, la familia consanguínea transformada en una forja ardiente, la viudez como expresión de exilio, la obligación como una soga atada al cuello, el compromiso con apariencia de cadena y la molestia física parecida a una espina clavada en la propia carne, constituyen liquidaciones a largo plazo, o bien un ajuste de cuentas en cuotas, para que cuando llegue la liberación nos confiera felicidad.

   Rescata sin rebeldía tu propio camino.

   Mientras exista inquietud en la conciencia, queda resto por pagar.

   Agradece las dificultades y los dolores que forman un cerco a tu alrededor.

   Cada nueva existencia en el ámbito físico, puede ser un paso adelante que te proyecte hacia la vanguardia luminosa.

   Misericordia en la Justicia Divina, consuelos inefables, brazos amistosos, orientaciones renovadoras o auxilio constante, no te faltan en ningún momento; pero de ti depende aceptar, postergar, reducir, facilitar o incrementar el precio de tu libertad.

                                                         Del libo: JUSTICIA DIVINA, de Chico Xavier, por el Espíritu Ammanuel