sábado, 17 de enero de 2015

Dios, no es una ilusión



Contrasentidos


   Cuando la gota consideró que podía ser comparada con una gema valiosa, en medio del follaje primaveral, insultó al río en el cual se había formado: "Sal de delante, monstruo del suelo."

   Cuando en relación con el firmamento el tronco se sintió un gigante, blasfemó contra su propia raíz: "No me ensucies los pies."

   Cuando la vasija pasó por delante de la alfarería donde había nacido, gritó con rebeldía: "No soporto ese lodo." 

   Cuando el oro se habituó al palacio, indagó a la tierra que lo había producido: "¿Que haces ahí barro innoble?"

   Cuando la seda brilló en la pompa de la fiesta, dijo a la oruga que le dio la existencia: "No te conozco, larva insignificante."

   Cuando la perla resplandeció soberana, exigió a la ostra donde se había criado: "No te quedes a mi lado."

   Cuando el arco iris descubrió la admiración del pintor, acusó al Sol del que estaba hecho: "No me robes la luz."

   El hombre insensato, copia estos contrasentidos figurados de la naturaleza, y cuando se yergue sobre el pedestal del orgullo, por los abusos de la inteligencia, suele mofarse de si mismo y afirmar jactancioso: "La vida es polvareda, es nada, y Dios es una ilusión."

Psicografiado por Chico Xavier, Dictado por el espíritu Emmanuel. Del libro Justicia Divina