Querida y apreciada reencarnación, son muchas las veces que pienso contigo, unas veces con rabia y otras con alegría. Estoy muy contento de tenerte cerca de mi, por las muchas oportunidades que me brindas, algunas veces no he cumplido con lo esperado y por lo tanto, me crea indignación, pero otras muchas, estoy contento por hacer las cosas bien.
Antes de reencarnar, tenia la duda... ¡¿aprovechare las circunstancias para aprender de ello?!... pues he de decirte que si, gracias a tu amabilidad que me brindaste, he conseguido mucho mas de lo que me esperaba. Ha, también he de decirte, que en el camino, conocí al Espiritismo, porque me ayudó mucho a comprenderme a mi mismo, ha sido una gran solución a los problemas que llevaba de tanto tiempo atrás, y gracias a la comprensión y a esta gran ayuda que me ha brindado este gran Consolador que es el Espiritismo, he podido aprovechar aun mas mi reencarnación para hacer las cosas dignas de merecimiento.
Gracias amada y señora mía, gracias a ti, que aunque sea a disgusto, todos hemos de obedecerte y gracias a tu insistencia, todos vamos evolucionando.
Al final de mi existencia, aunque sea contra mi voluntad, podré agradecerte lo mucho que has hecho por mi, y gracias a tu constancia, puedo decir que soy una persona nueva y diferente.
Agradezco tu amistad, y perdona los muchos disgustos que te he causado.
Un fuerte abrazo, y espero volvernos a ver pronto.
Gracias señora reencarnación.
Antes de reencarnar, tenia la duda... ¡¿aprovechare las circunstancias para aprender de ello?!... pues he de decirte que si, gracias a tu amabilidad que me brindaste, he conseguido mucho mas de lo que me esperaba. Ha, también he de decirte, que en el camino, conocí al Espiritismo, porque me ayudó mucho a comprenderme a mi mismo, ha sido una gran solución a los problemas que llevaba de tanto tiempo atrás, y gracias a la comprensión y a esta gran ayuda que me ha brindado este gran Consolador que es el Espiritismo, he podido aprovechar aun mas mi reencarnación para hacer las cosas dignas de merecimiento.
Gracias amada y señora mía, gracias a ti, que aunque sea a disgusto, todos hemos de obedecerte y gracias a tu insistencia, todos vamos evolucionando.
Al final de mi existencia, aunque sea contra mi voluntad, podré agradecerte lo mucho que has hecho por mi, y gracias a tu constancia, puedo decir que soy una persona nueva y diferente.
Agradezco tu amistad, y perdona los muchos disgustos que te he causado.
Un fuerte abrazo, y espero volvernos a ver pronto.
Gracias señora reencarnación.
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